Con sólo trece años, Constanza tiene que abandonar su familia, su país y todo lo que ama para casarse con un desconocido mucho mayor que ella. Su padre, el rey de Sicilia, se encuentra en peligro y requiere esta alianza, aunque no sirve de nada porque al poco tiempo Carlos de Anjou, hermano del rey de Francia, invade el reino y la asesina.
Al coronarse rey de Aragón, Pedro II, el esposo de Constanza, le promete que vengará su padre y recuperará el reino del que ella es heredera.
Con esto, Pedro, considerado un rey débil, se enfrenta a los tres poderes mayores del siglo XIII: Francia, el papa y Carlos de Anjou, convertido en emperador mediterráneo.